En Francés, estamos leyendo un relato corto de Guy de Maupassant, discípulo del gran Flaubert, siglo XIX. El relato se llama 'La Vendetta' y trata de una viuda que vive con su hijo [Antoine] hasta que Nicolás Ravolati lo mata. La mujer promete la venganza.
Pilar nos lanzó como indirecta que podríamos hacer un final alternativo, así que aquí está el mío. [Si lo queréis en Francés, pedídmelo]
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Tras prometerle la venganza a su hijo, se entrenó para volver a su antigua forma. Y sí, digo a su antigua forma porque hay una faceta de esta pobre viuda no mencionada anteriormente. La mujer era espía antes de conocer el amor. Trabajó para un importante filósofo, Locke, que se sentía amenazado por un ministro inglés. A pesar de ser mujer, estaba muy bien entrenada y era capaz de defenderse con bastante habilidad. Pero lo que más destacaba de ella era el gran número de torturas que conocía. Desde torturas psicológicas que te hacen perder la cordura, hasta físicas con dolores insoportables.
Día tras día, fue recuperando el físico que había perdido al ser madre. Necesitaba estar en forma para la tan esperada venganza.
Al cabo de un mes y medio, se sintió preparada. Quedaba pensar la tortura a utilizar. Muerte instantánea? O quizá ver la cara de sufrimiento de Nicolás? Decididamente, una buena venganza será escuchar los gritos de auxilio de la persona que se atrevió a apuñalar a Antoine
Se dirigió a Longosardo, donde dedicó un par de días a preparar los utensilios adecuados para la ejecución.
Cuando tuvo todo a su disposición, se dirigió a casa de Nicolás con la excusa de pedirle ayuda con una mesa que quería mover. La viuda se puso detrás y le dio en la cabeza con una cacerola, dejando como rastro la inconsciencia del hombre. Lo colgó como pudo boca abajo y esperó a que la sangre recorriera todo su cuerpo hasta llegar al cerebro.
Así pues, comenzó a serrar lentamente por la parte del abdomen. Tal era el dolor, que después de varios gritos, se calló y minutos más tarde, murió. La mujer, con una sonrisa, desató a Ravolati dejando que su cabeza golpeara contra el suelo, a la vez que su corazón latía rápidamente.
Día tras día, fue recuperando el físico que había perdido al ser madre. Necesitaba estar en forma para la tan esperada venganza.
Al cabo de un mes y medio, se sintió preparada. Quedaba pensar la tortura a utilizar. Muerte instantánea? O quizá ver la cara de sufrimiento de Nicolás? Decididamente, una buena venganza será escuchar los gritos de auxilio de la persona que se atrevió a apuñalar a Antoine
Se dirigió a Longosardo, donde dedicó un par de días a preparar los utensilios adecuados para la ejecución.
Cuando tuvo todo a su disposición, se dirigió a casa de Nicolás con la excusa de pedirle ayuda con una mesa que quería mover. La viuda se puso detrás y le dio en la cabeza con una cacerola, dejando como rastro la inconsciencia del hombre. Lo colgó como pudo boca abajo y esperó a que la sangre recorriera todo su cuerpo hasta llegar al cerebro.
Así pues, comenzó a serrar lentamente por la parte del abdomen. Tal era el dolor, que después de varios gritos, se calló y minutos más tarde, murió. La mujer, con una sonrisa, desató a Ravolati dejando que su cabeza golpeara contra el suelo, a la vez que su corazón latía rápidamente.
Limpió la sangre y metió el cadáver en unas bolsas tras haberlo troceado. A continuación, se dirigió al río Liscia y después de decir adiós a la vida mirando al cielo, se ahogó, satisfecha por lo realizado
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La viuda entrena a su perra para devorar todo lo que se le ponga por delante, dándole como premio algo de carne. Os podréis imaginar que la perra es la que acaba con la vida de Nicolás en el verdadero final, no?